domingo, 21 de julio de 2013

Infancia


“Si los niños viven con la crítica, aprenden a condenar.
Si los niños viven con hostilidad, aprenden a luchar.
Si los niños viven con miedo, aprenden a ser aprensivos.
Si los niños viven con lástima, aprenden a sentir lástima por ellos mismos.
Si los niños viven con ridículo, aprenden a sentir timidez.
Si los niños viven con celos, aprenden a sentir envidia.
Si los niños viven con la vergüenza, aprenden a sentirse culpable.
Pero si los niños viven con ánimo, aprenden la confianza.
Si los niños viven con tolerancia, aprenden la paciencia.
Si los niños viven con elogios, aprenden reconocimiento.
Si los niños viven con aceptación, aprenden a amar.
Si los niños viven con reconocimiento, aprenden que es bueno tener una meta.
Si los niños viven con el intercambio, aprenden la generosidad.
Si los niños viven con honestidad, aprenden veracidad.
Si los niños viven con imparcialidad, aprenden la justicia.
Si los niños viven con amabilidad y consideración, aprenden el respeto.
Si los niños viven con seguridad, aprenden a tener fe en sí mismos y en los demás.
Si los niños viven con amistad, aprenden que el mundo es un lugar agradable en el que vivir”.
 
Dorothy Nolte