miércoles, 7 de diciembre de 2016

Madre

Poesía para Mamá

Caricias

Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...


Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar...


Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar...


El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.


Los ojitos que me diste
me los tengo de gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar...
Gabriela Mistra

http://www.correomagico.com/ecards/diamadre_corazones_cf.asp

A la Madre

A Mamá,
por María Olimpia de Obaldía

Son las flores
las  mejores
mensajeras  del querer;
yo por eso
con un beso
hoy te brindo este clavel.
Madre mía,
mi alegría,
mi consuelo y galardón,
el cariño
de tu niño
se ha trocado en esta flor
que te dice
con su esencia:
“ Mi existencia es para ti”
y promete
por tu dicha
¡ la victoria conseguir…!

Del libro: Parnaso Infantil
http://www.correomagico.com/ecards/diamadre_jardin.asp

lunes, 2 de noviembre de 2015

Mi Bandera



María Olimpia de Obaldía

De tela humilde o de luciente raso
nada importan su brillo o calidades mi bandera
símbolo precioso de mi Patria adorada, Panamá!

Se alza como ala de ilusión suprema
En vuelo majestuoso hacia el azul
 Buscando siempre la amplitud del cielo,
 Enamorada eterna de la luz.

Sus pliegues vibran como flores vivas
Sedientas de los ósculos del sol
Mientras enciende su divino efluvio
En las almas patriótica emoción.

Y cuando sube el pabellón que encierra
Pretérito, Presente y Porvenir,
Es la Patria que expresa sus anhelos
De mantenerse libre y ser feliz.

Es Panamá que busca su destino
Por senderos de Bien y de Verdad
Haciendo suya la inmortal proclama:
Libertad, Igualdad, Fraternidad...


sábado, 21 de marzo de 2015

Poema Amor Ausente

 Elsie Alvarado de Ricord


Siempre estás allá, como el mañana.
Procurando abreviar la espera mía,
amanezco mil veces cada día
y echo a volar el cielo en la ventana.
Para encender una esperanza vana,
para aromar de músicas la vía
y constelar la soledad vacía
le basta al hombre con su sed humana.
Sin embargo en las horas en que el mundo
muere de sombra, y el clamor suicida
golpea el corazón con mano fuerte,
gimen los peces en el mar profundo.
Amar ausente es orbitar la vida
desde las alas frías de la muerte.
Donde el amor dejó su sed escrita,
en ansia desplegó su dulce vuelo;
y para cada ascenso se abrió un cielo
de emoción espasmódica inaudita.
Cuando el adiós anocheció la cita
y el nunca más humedeció el pañuelo,
quemó lámparas lentas el desvelo
desde la soledad más infinita.
En la hojarasca gris del calendario
ardo, literalmente, en esta espera,
con un fulgor que es casi un fanatismo,
soñando que una vez tu itinerario
arribará a una pausa verdadera
en este amor que vive de sí mismo.